"Tenemos un poder muy grande para la construcción de nuevos paradigmas", afirmó la jefa de Estado

Durante el almuerzo ofrecido al Presidente de Colombia, la Presidenta destacó que "por primera vez en la historia de los gobiernos de la región, aún sin comulgar en todas las ideas, tenemos una común visión de que hay que preservar el crecimiento de la región". "El objetivo de ese crecimiento es la mayor calidad de vida para nuestros habitantes y la generación de empleo", afirmó.
Además, sostuvo que las manufacturas deben desarrollarse en la región: "Debemos agregar cada vez mayor valor. Desarrollar los mecanismos de cadenas de valor para que la mayor cantidad de manufacturas tengan origen en la región", dijo la jefa de Estado.
También, señaló que la crisis económica internacional "puede ser una magnífica oportunidad para que los países de Latinoamérica crezcan" y afirmó que la región puede "conformar un mercado regional muy importante". "Tenemos un poder muy grande para la construcción de nuevos paradigmas", afirmó la Presidenta.
En su discurso, Cristina Fernández remarcó el incremento de la actividad comercial entre los dos países desde 2003 a la fecha y destacó la iniciativa de Santos de que todos los presidentes de la región "discutan medidas que ayuden a aumentar el crecimiento y que la crisis económica global no impacte negativamente en los logros de la región".
Por su parte, Santos quiso rendirle un "tributo" a la figura del ex presidente fallecido, a quien recordó como "una persona que jugó un papel determinante en el restablecimiento de las relaciones con Venezuela", y sostuvo que "ese fue inicio de una relación regional muy positiva, muy constructiva y muy necesaria".
El mandatario visitante remarcó también la importancia de que los países de la región -"ante el huracán internacional que se vive en sectores económicos y financieros", según dijo- "coordinen, abran un espacio y busquen fortalecer las relaciones", con el objetivo de "defenderse mejor y aprovechar mejor esa turbulencia".
En ese sentido, se refirió a la necesidad de que tanto Argentina, como Brasil y México "hablen con una sola voz" ante el G-20, del que son parte, y que lleven "la vocería de toda América Latina", para que "sean más relevantes y efectivos en cualquier medida que en esa instancia se pueda tomar".