jueves, 20 de enero de 2011

En una cena en su honor en Ankara, la Presidenta abogó por un orden global más justo, equitativo e igualitario


La presidenta Cristina Fernández fue agasajada con una cena en su honor por el Presidente de la República de Turquía, D. Abdullah Gul, en el Palacio Presidencial de Ankara. En ese encuentro, la Jefa de Estado ofreció un discurso en el que, en primer término, agradeció la "cálida bienvenida" que le ofrecieron las autoridades turcas. "Constituye un inmenso honor", expresó, al tiempo que sostuvo que su viaje "representa una suerte de relanzamiento y relegitimación de las relaciones entre ambos países". Cristina Fernández manifestó además que "Turquía es un lugar especial, no solamente para la Argentina, sino para la historia de la humanidad", y destacó principalmente "su identidad cultural tan definida y tan fuerte". Luego, la Mandataria argentina expresó que "es necesario retomar el camino del comercio que teníamos entre ambos países antes de la crisis" de los mercados financieros iniciada en 2008, "e incluso superarlo", sostuvo. También destacó la importancia de que las dos naciones formen parte del G-20, hecho que atribuyó, justamente, a la debacle financiera internacional. Cristina Fernández dijo que el rol de la Argentina y Turquía en ese grupo es el de "devolver ese espacio de poder a los países emergentes" dado actualmente "las naciones en desarrollo son las que sostienen la mayor parte del crecimiento de la economía mundial". Finalmente, la Presidenta propuso un brindis por ambas naciones y "por un orden global diferente más justo, más equitativo y más igualitario" porque "es la única garantía de una verdadera paz"

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