lunes, 18 de julio de 2011

“El gran desafío es convencer a los argentinos que inviertan en sus empresas”, señaló Cristina Fernández en la Bolsa



La Presidenta encabezó el acto por el 157º aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Defendió el modelo económico y reclamó un cambio en la calificación internacional del país. “Para que tenga densidad y profundidad el mercado de capitales, lo que tiene que tener densidad es la economía real de nuestro país”, enfatizó.
La presidenta Cristina Fernández felicitó esta noche a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires en su 157 aniversario “por lo que ha sido un sustancial crecimiento en el volumen de negocios de esta casa”. Señaló que “si uno compara el primer semestre de 2010 con el primer semestre de 2011, el crecimiento ha sido del 138% en pesos”.
“La economía argentina ha crecido de manera ininterrumpida y de forma inédita en los últimos ocho años”, remarcó la jefa de Estado. En ese sentido, indicó que “según números de la CEPAL, vamos a crecer casi al 8,3%, con un signo muy distintivo en lo que hace a las economías latinoamericanas: Argentina es el único país que no reprimarizó sus exportaciones”. “Esto significa más recursos en el mercado interno, más valor agregado”, aseguró.
A continuación, relató las audiencias que mantuvo durante la tarde, en las que las empresas Hewlett Packard y RIM (fabricante de los teléfonos inteligentes BlackBerry) anunciaron inversiones para fabricar sus productos en nuestro país. “Esto nos llena de orgullo, porque significa la importancia que tenemos como mercado, y la confianza de los inversores”, expresó la Presidenta.
Destacó que en el crecimiento económico de los últimos años “ha sido muy importante la actuación de Anses” al recuperar la administración de los fondos de los trabajadores, y subrayó la intervención del organismo “con más de 23.500 millones de pesos en fideicomisos, lo que ha dado mayor profundidad al mercado”. Puntualizó que cuando se estatizaron los fondos de pensión “el fondo de sustentabilidad era de 78 mil millones de pesos, y el Estado se hacía cargo de todos los incorporados a la moratoria y de casi el 60% de los que estaban aportando a los fondos de pensión” y remarcó que “hoy el fondo de garantía es de 192 mil millones de pesos, que además lo ha podido hacer promoviendo movilidad jubilatoria con aumentos dos veces al año, e incorporando a los haberes jubilatorios con cobertura”. “Los costos de administración de aquellos 78 mil millones de pesos eran de 352 millones de pesos mensuales. Actualmente estamos gastando 4,5 millones de pesos por mes. Esto para desmitificar la eficiencia en administración de recursos por parte del estado”, indicó.
Por otra parte, destacó la impronta del ex presidente Néstor Kirchner en las políticas económicas tomadas por distintos países: “Hoy hablar de Estado, de regulación, de articulación del mercado de capitales, es lo más normal a partir de lo que vivimos en 2008. Pero en 2003 lo escuchaban, pero lo miraban raro. Es un importante reconocimiento a alguien que ha tenido la importancia en la recuperación de la economía argentina, como es el presidente Néstor Carlos Kirchner”
La jefa de Estado consideró que en el país hubo un cambio de matriz económica: “Hasta 2003 ha sido una matriz de acumulación de carácter financiero; a partir de 2003, la matriz de acumulación pasa a ser industrial y de producción”. “Lo que tenemos que lograr es que parte de las utilidades sean reinvertidas en nuestro país, a través de la inversión industrial”, recalcó.
En referencia a la situación de crisis de las economías del primer mundo, estimó que “Obama tiene más suerte que yo, a mí el presupuesto todavía no la oposición no me lo ha aprobado”. Asimismo, hizo hincapié en las diferencias en las calificaciones de las distintas economías: “Las reglas las tenemos que cumplir los que tenemos menor fuerza. Los que tienen más fuerza pueden estar seis horas sin operaciones en la Bolsa”, como ocurrió con la Bolsa de Nueva York recientemente.
Afirmó que en Europa “estaban muy enojados con Moody’s y Fitch, porque denominaron como bonos basura los de Portugal y Grecia, y propusieron cerrar a las calificadoras. Resulta que cuando esas calificadoras califican a Argentina está muy bien, y cuando los califican a ellos, está muy mal”, recalcó.
En ese sentido, la Presidenta se preguntó: “¿Cuantos países pueden exhibir los balances de pagos como el nuestro? ¿Cuantos países pueden exhibir una relación deuda-PBI como el nuestro? ¿Cuantos países pueden mostrar el nivel de salarios que se está pagando aquí?”. Consideró que la deuda “va a ser impagable para Grecia. ¿Alguien cree que puede pagar una deuda de 330 mil millones de euros? La reestructuración definitivamente vendrá, la disfrazarán de alguna manera”, opinó. Y estimó que en relación a Argentina, la calificación como “mercado fronterizo”, “es un castigo, porque sería muy malo que a alguien que hizo las cosas de una forma como no estaba en el manual del Consenso de Washington, le vaya bien”.
En otro tramo de su discurso, Cristina Fernández defendió la aplicación de encajes para capitales especulativos: “Si vienen capitales que no vienen a una inversión productiva, tenemos un encaje. Brasil también pone encajes”. “El G20 nos hace prevenciones acerca de estos nuevos fondos, por la volatilidad que tienen y que pueden provocar en la economía”, remarcó.
Por otra parte, la Presidenta se manifestó a favor de “la idea de que participe la Bolsa de Comercio en la apertura de canales abiertos digitales, que se puede hacer en la República Argentina, que permite que organizaciones no gubermentales puedan contar con cales para hacer llegar sus políticas, sus mensajes”. Así fue como opinó que “una muy buena acción de comunicación es hacerle ver a los argentinos que es muy buena opción comprar acciones de sus empresas antes que ir a comprar dólares”.
“La historia virtuosa de EE.UU., que lo llevó a conformarse en la principal potencia, fue un cambio cultural: el que los norteamericanos se sintieran identificados con sus grandes empresas, que eran las naves insignia de la economía”, rememoró. Y afirmó que “el gran desafío es convencer a los argentinos que no hay que apostar al dólar; hay que apostar a las empresas argentinas, que dan trabajo en el país”.
“Para que tenga densidad y profundidad el mercado de capitales, lo que tiene que tener densidad es la economía real de nuestro país”, sintetizó. Y concluyó recalcando su compromiso de “seguir apostando al trabajo, a las inversiones productivas, a la sustitución de importaciones”.
Acompañaron a la Presidenta durante el acto, el gobernador bonaerense Daniel Scioli; los ministros de Economía, Amado Boudou, de Industria, Débora Giorgi, de Defensa, Arturo Puricelli, de Trabajo, Carlos Tomada, de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
Por su parte, el titular de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi consideró que “la actual situación de crisis en el mundo y las acciones que son tomadas en estos días, ponen en claro la absurda calificación de mercado fronterizo en que nos pusieron en 2009”. El directivo reclamó “la reevaluación de esa clasificación”, al destacar el progreso de la economía argentina y el hecho de que “Argentina ocupa un rol protagónico como miembro del Grupo de los 20”.
“No queremos seguir perdiendo oportunidades y ver como esos flujos de capitales recalan en otras bolsas de la región”, enfatizó Gabbi. Y aseguró que “en los últimos años, Argentina ha crecido más que el promedio de los países emergentes”. “Nos parece injustificable que nuestro país tenga una calificación crediticia menor que a muchos países que hoy están padeciendo una crisis de deuda”, concluyó.

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