martes, 22 de noviembre de 2011

“La competitividad solamente es sustentable con inclusión social”, expresó la presidenta ante la UIA









La presidenta Cristina Fernández cerró hoy la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina en el Hotel Hilton de la ciudad autónoma de Buenos Aires. Allí exhortó a los argentinos a innovar tanto en lo tecnológico como en los comportamientos para sostener el modelo de crecimiento en marcha desde mayo de 2003.
La Jefa de Estado anticipó ante los industriales que "se viene la etapa de la sintonía fina", en la que se estudiará la competitividad y se analizarán inversiones, salarios, inflación y subsidios.
En su exposición, la Jefa de Estado trazó una evaluación del actual escenario económico mundial, al que describió como "complejo y difícil. Y agregó: "A veces, asusta"; aunque, aclaró inmediatamente, "no nos asusta a los que creemos que la dificultad radica en que se están tratando de aplicar viejas ideas para solucionar nuevos problemas".
En ese marco, recordó su reciente participación en la Cumbre del G-20, que tuvo lugar en Cannes, Francia, lugar en donde, señaló, "nuevas ideas no escuché ninguna, ni adentro, ni afuera, y ese es otro de los problemas que está atravesando el mundo en esta etapa histórica".
Por eso, sostuvo que "estamos ante un problema de liderazgo internacional", y que frente la crisis "no encontramos a nadie que dé un marco teórico que permita decodificar hacia dónde vamos".
"Los políticos vamos a tener que decidir, y yo ya lo he decido hace rato, respetar a los mercados, pero saber que los que gobiernan son los elegidos por el voto popular", remarcó la Mandataria. Y advirtió: "La fórmula de hacer pagar la crisis a los que menos tienen termina como terminó la Argentina en 2001".
Seguidamente, Cristina Fernández defendió "el modelo argentino" por sus características de "crecimiento económico, generación de empleo e inclusión social", y destacó que desde su puesta en marcha en 2003 la actividad industrial ha crecido por encima de la actividad económica, aún con el crecimiento económico más importante de la historia.

Sintonía fina
Por eso, la Presidenta aseveró que llegó para el país "la etapa de la sintonía fina", en la cual "vamos a tener que comenzar a precisar y estudiar a cada uno de los sectores bajo un tema central que es la competitividad, que solamente es sustentable con inclusión social".
También sostuvo que esta nueva etapa requiere "innovar los comportamientos de cada uno de los sectores: empresarios, trabajadores y Estado", al tiempo que recordó que "esa actuación tripartita ha sido una de las claves del crecimiento de estos años".

Rumores que ofenden a la inteligencia
Más tarde, la Mandataria denostó la proliferación de rumores, todos ellos infundados, acerca de cuestiones económicas al señalar que "ofenden a la inteligencia de los argentinos". En ese sentido, expresó: "No me preocupan los rumores, me preocupan los tontos que pueden creer cosas como estas después de ocho años de gobierno".
"Les pido a todos que miren lo que hemos hecho, cuál fue el comportamiento del gobierno ante cada crisis y a partir de allí todos deberían comprender hacia donde vamos", ahondó.
También convocó a los diferentes actores de la realidad económica nacional a dialogar con los funcionarios de cada área y "no hablarse por los diarios".

Reinversión e integración regional: claves para defender el modelo
"Tenemos que saber que para mantener el modelo tenemos que seguir reinvirtiendo", expresó la Jefa de Estado. Y remarcó que el próximo paso en la vía del crecimiento estará dado "a través de un proceso de integración generoso" con América del Sur, lugar donde se debe consolidar "un potente mercado intrazonal", expresó. "De allí van a venir las soluciones y no de otra parte", vaticinó la Mandataria.
También recordó que la Argentina "ha tenido una política absolutamente previsible en su tipo de cambio, y ese es otro de los pilares del modelo".
Y sostuvo que "el mundo ha pasado a una etapa de administración del comercio y bilateralización de las relaciones", donde constituir un Estado vigoroso resulta fundamental porque, en ese marco, "la fuerza define las cosas".

El acuerdo, una marca distintiva del gobierno
Cristina Fernández recordó también que "este modelo se ha regido por el acuerdo entre trabajadores y empresarios en convenciones colectivas". En ese sentido, expresó que avala empresas y trabajadores convengan distribuir sus utilidades, pero rechazó que este tipo de acciones tengan que ser fijadas por ley o mediante la intervención estatal.
La Jefa de Estado reiteró su oposición a las posturas de flexibilización laboral y recordó que su administración, y la de quién la antecedió en el cargo, el ex presidente Néstor Kirchner, restituyeron la negociación colectiva salarial, reestablecieron los mecanismos para fijar todos los años el Salario Mínimo Vital y Móvil, mejoraron la situación de miles de los jubilados que tenían congelados sus haberes durante décadas e incorporar a oros tantos al sistema previsional.
"Tengo, sin ser dirigente sindical, pero si siendo trabajadora de toda la vida, pergaminos suficientes para acreditar que siempre defendí a los trabajadores y que no soy neutral", aseveró.
También utilizó su exposición para rechazar que los conflictos sindicales culminen perjudicando a los usuarios, y en ese sentido recordó que la vocación del gobierno nacional "es la de solucionar los problemas, y no solo buscar quién tiene razón, sino que ésta vaya de la mano de la justicia".

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