martes, 25 de septiembre de 2012

La Presidenta pidió a Irán ante la ONU propuestas para esclarecer los atentados contra la AMIA y la Embajada de Israel

Lo hizo al hablar hoy ante la Asamblea General, donde reiteró el reclamo al Reino Unido para que se avenga a iniciar negociaciones sobre las Islas Malvinas, y anunció que la Argentina representará a todos los países que aspiren a la paz cuando ocupe un lugar en el Consejo de Seguridad. Afirmó que si surgiera una propuesta de parte de Irán para esclarecer los atentados en la Argentina, ésta será sometida a la aprobación de las organizaciones que agrupan a las víctimas y a los partidos políticos representados en el Congreso de la Nación. Asimismo, la Primera Mandataria rechazó la amenaza de la titular del FMI, Cristine Lagarde, sobre la supuesta aplicación de una “tarjeta roja” a la Argentina si no cumple con los requisitos de ese organismo financiero multilateral, al afirmar que “mi país no es un cuadro de fútbol: es una nación soberana que toma soberanamente sus decisiones y no va a ser sometida a ninguna presión, y mucho menos a una amenaza”. Condenó a los países desarrollados que denuncian a los emergentes como “proteccionistas”. “Es clave que los países desarrollados entiendan –advirtió- la contribución que los países emergentes podemos hacer al surgimiento de las economías mundiales”. Anunció que decidió responder afirmativamente al pedido de la República Islámica de Irán para una reunión bilateral entre cancilleres a fin de analizar la investigación de los atentados contra la AMIA y la Embajada de Israel y resolvió que ese encuentro “tenga lugar aquí en las Naciones Unidas”. “Espero resultados de esa reunión, relacionados a la manifestación que ha hecho Irán de querer cooperar y colaborar en el esclarecimiento de los atentados, si no quiere hacer frente a la justicia argentina o frente a un tercer país, esperamos los resultados de esa reunión en cuanto a propuestas de cómo encaminar un conflicto tan profundo”. Si se produce esa propuesta por parte de Irán “ésta se someterá a la consideración de fuerzas con representación parlamentaria” dijo, porque “es un tema demasiado importante como para ser resuelto solo por el Poder Ejecutivo Nacional”. También dio a los familiares de las víctimas de que “esta presidenta no va a tomar ninguna resolución de ninguna propuesta que se les formule sin consultar previamente a las víctimas directas y con las fuerzas políticas parlamentarias en mi país”. Al hablar durante 37 minutos en la 67 la Asamblea Genral de la ONU, Cristina Kirchner también pidió al mundo occidental “la necesidad de tener políticas diferentes orientadas a construir una paz verdadera y duradera que debe implicar siempre elegir antes que el lenguaje de las armas, el lenguaje de la diplomacia”. En ese sentido volvió a pronunciarse a favor del “reconocimiento del Estado de Palestina y que Israel viva dentro de sus fronteras legalmente reconocidas”. Sostuvo que “es imprescindible replantear desde el mundo occidental estrategias y políticas diferentes, porque corremos el riesgo de que diciendo que se defienden valores , terminemos tomando estrategias equivocadas y profundizando la crisis, lo que da lugar a que sucedan hechos como “el reciente asesinato del embajador norteamericano en el Libia, Christopher Stevens, hecho por el cual expresó su deseo de “ratificar la postura personal de esta presidenta, de la Argentina como país, y del pueblo argentino, en cuanto al enfático repudio y rechazo a ese salvaje” crimen. Al abordar la crisis en la Eurozona, volvió a responsabilizar de ella a la administración financiera de capital sin ningún tipo de regulación y a su crisis de deuda soberana. Mencionó al respecto las protestas sociales que se desarrollaban hoy en España donde “se reclama la renuncia del gobierno por el programa de ajuste que está aplicando”. Alertó que su temor, si no se corrigen las políticas económico financieras que se vienen aplicando en los países desarrollados, que finalmente “frente a la falta de resolución a esta crisis, muchísimos occidentales dejen de creer que un sistema democrático pueda darle soluciones”. “También comenzamos a ver –destacó- que las crisis de países desarrollados comienzan a trasladarse a los países emergentes que fuimos motores del crecimiento global”, lo que atribuyó a una “falta de interpretación adecuada de los sucesos políticos y económicos en la Historia” en países que continúan utilizando “recetas ortodoxas que pueden conducir a una solución nada más equivocada”. Al abordar la cuestión por las Islas Malvinas, la Presidenta reiteró el reclamo de diálogo que exigen las resoluciones de las Naciones Unidas, y aclaró que “o estamos pidiendo que digan que tenemos razón, porque eso no es diálogo, es imponer un criterio” pero que “pretendemos que se sienten a dialogar sobre la cuestión de la soberanía, y además, sobre la desmilitarización del Atlántico Sur, en una región como América del Sur que es de paz”. “No se puede tener doble standart –sostuvo- donde los que ese sientan en el Consejo de Seguridad tienen derecho a violar todas las disposiciones de las Naciones Unidas y el resto de nosotros debemos hacer saludo y venia ante cualquier resolución”. “Esto –continuó- genera una sensación creciente de injusticia y desigualdad entre las naciones que afecta las posibilidades de alcanzar un mundo más justo y sin violencia” por lo cual Malvinas “se ha convertido en una cuestión global, para terminar con los últimos vestigios del colonialismo” y poder “ingresar al siglo XXI sin territorios coloniales”. Sobre la situación en Medioriente, consideró que “es necesario tener una clara percepción de cuáles son los problemas” para logar “políticas diferentes orientadas a construir una paz verdadera y duradera”. En cuanto a la crisis en la Eurozona afirmó que “ponerla en peligro es poner en peligro la estabilidad misma del sistema financiero internacional”. Defendió las políticas proteccionistas de los países emergentes al señalar que se aplican para “defender a nuestras sociedades, a nuestros trabajadores y a nuestros empresarios frente a economías de países desarrollados que fueron las causantes de la crisis que hoy se está viviendo y se intenta transferir”. Consideró que a un país como un déficit del nivel que tienen los Estados Unidos no se condenó, como se hubiera hecho con cualquier otra nación en idéntica situación, porque es el que emite la moneda que se utiliza en el 85 por ciento de las transacciones mundiales. Volvió a destacar la forma en que la Argentina reestructuró su deuda y señaló que así como se vino actuando “lo vamos a seguir haciendo, porque privilegiamos políticas de producción nacional, de valor agregado, de generación de empleo y de atender a los sectores más vulnerables a través de planes sociales”. Insistió en la necesidad de que surjan “liderazgos creativos para arriesgar nuevas ideos y conceptos” pues “querer solucionar los problemas de hoy en el mundo con las recetas que provocaron esa crisis es absolutamente absurdo”. En cuanto a la cuestión Malvinas, destacó que se entregaron cuadernillos con la posición argentina a los representantes de todos los países en la ONU y volvió a pedir a Gran Bretaña que cumpla con el mandato del organismo de negociar.

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