sábado, 20 de marzo de 2010

La Presidenta convocó a los dirigentes del oficialismo a defender las instituciones de la democracia









La presidenta Cristina Fernández almorzó hoy con los legisladores y dirigentes del Frente para la Victoria en el Salón de Convenciones de la Residencia Presidencial de Olivos. Allí convocó a profundizar el debate sobre el modelo de país, pero respetando las instituciones y las reglas de la democracia. La Presidenta inició su exposición explicando que convocó a los referentes del Frente para la Victoria porque con anterioridad mantuvo encuentros con empresarios, trabajadores, gobernadores "y no podían faltar loS militantes, los que, en definitiva, están al frente de las trincheras institucionales". En ese sentido también señaló que "luego del 28 de junio, lejos de perder el timón, avanzamos aún más con reformas importantes como la asignación universal por hijo, que es una de las causas que nos está permitiendo recuperar la actividad económica". Por eso lamentó la actitud del bloque legislativo opositor, conocido como Grupo A, al que acusó de llevar adelante una estrategia obstrucionista. "Nunca se vio una cosa igual a la que se está viendo en el escenario parlamentario", señaló la Mandataria. Para Cristina Fernández, la oposición parlamentaria solo se conglomera en la obstaculización de la obra de gobierno. "¿Que puede unir a Pino Solanas con Federico Pinedo, que no sea que no nos quieren a nosotros?", inquirió la Jefa de Estado. Alguien dijo hace muchos años que se puede engañar a toda la gente durante un tiempo y que se puede engañar a una parte de la gente todo el tiempo; lo único que no se puede hacer es engañar a todos durante todo el tiempo. Y bueno, y creo que algo de eso está sucediendo y, entonces, creo que es importante que tengamos en claro el cuadro de situación actual y como creo yo que debemos abordar esta nueva etapa que viene muy bien económicamente, con anuncios de inversiones muy importantes. Este es el cuadro; es un cuadro virtuoso. Virtuoso porque realmente no es que seamos unos genios, sino que hemos aplicado un modelo económico desde el año 2003 en adelante en cual siempre creímos que era el que había que aplicar y que era, fundamentalmente, mercado interno, exportación, poder adquisitivo para nuestros trabajadores y no ajuste y negociar con nuestros acreedores pero del lado del mostrador de los argentinos. Todas las veces que se negoció antes la deuda, la negociaron pero del lado del mostrador de los acreedores. Los únicos que negociamos del lado del mostrador de los argentinos, somos nosotros. Pero lo cierto es que, como ustedes pueden ver el problema con nosotros, no era ni de modales, no era ni de formas, era simplemente que no se estaba de acuerdo con un modelo político por una razón muy sencilla: los que estaban enfrente tienen otro proyecto de país o, directamente, no tienen ningún proyecto -y yo me inclino por esta última teoría. Porque hablar del diálogo o del consenso en abstracto, realmente no tiene mucho valor ni mucho sentido. Es más, están sucediendo cosas en el Senado...Hoy tenemos 3 senadores que participan, no son este espacio político, pero que comparten votaciones y proyectos con nosotros, 3 senadores que no tienen participación en ninguna comisión. Esto sucedió una sola vez en la vida, un intento y fue, casualmente, con esta Presidenta. Yo era miembro del bloque, vos te debés acordar Jorge, cuando me echaron del bloque, pero además de echarme del bloque me sacaron de todas las comisiones, o sea, no podía formar parte de ninguna comisión. Me acuerdo que en ese entonces, el presidente de la Cámara, Ruckauf, dijo que él no iba a cumplir con eso porque si yo iba a la Justicia, me iban a reponer en las comisiones inmediatamente. Porque no permitir que un senador integre una comisión, es como no dejar entrar a un legislador al recinto. A ver, el derecho de veto que le otorga al Poder Ejecutivo; el derecho a desempatar que le asigna al Vicepresidente de la Nación, cuya misión es presidir la Cámara de Senadores y desempatar en caso de que haya diferencia y hacerlo, obviamente, a favor del oficialismo, no se me ocurre que Alberdi y los muchachos del '53 hayan pensado que el Vicepresidente tenía que votar en contra del Presidente, porque si no seguro, no le daban el doble voto que además, tampoco es una creación argentina, es una copia, como todos ustedes saben, de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica. Yo tengo 12 años ahí más los de la provincia y estuvieron discutiendo sobre un decreto que yo ya había derogado hasta las 5 y media de la mañana. Es gente que además tiene realmente pocas cosas que hacer, porque 5 y media de la mañana discutiendo acerca de un decreto que yo había derogado, que la Corte Suprema, o sea, el otro Poder del Estado, hay tres Poderes, el otro Poder había declarado abstracto y el tercer Poder o el primero, como quieran llamarse, estaba discutiendo lo que el otro había derogado y el otro había declarado abstracto, realmente...Y cuando me contaron que habían entrado en la discusión, porque me llamó el presidente del bloque, sobre si era necesario o no dos tercios para insistir un veto, yo dije "ah, bueno, no, estamos al borde del delirio". Con lo cual, todas esas elaboraciones y argumentaciones en cuanto a hegemonismo, autoritarismo. Bueno, como les dije también el otro día a los obispos, que se rieron mucho cuando se los dije, lo voy a confesar: si nosotros éramos autoritarios y hegemónicos, al lado de estos parecemos Carmelitas Descalzas, realmente. Porque, sinceramente, nunca se hizo una cosa igual. Lo que nosotros pensamos y sostenemos como modelo económico de país; lo que nosotros no podemos dejar de hacer es pagar la deuda que la Argentina ha contraído por otros gobiernos y que hemos renegociado exitosamente nosotros. Lo que la Argentina no puede hacer, es que la sociedad, los jubilados, los docentes, nadie pague por esto. Porque esta es la otra gran cuestión. Esta gente en el '99, este grupo era otro grupo pero un grupo que venía, tomó el país y lo chocó. Ahora un grupo más heterogéneo, más diverso todavía que aquel, mucho más diverso, mucho más heterogéneo, menos consistente, menos armónico, ha tomado la dirección del Parlamento argentino. Por favor, no dejemos que nos choquen el Parlamento, porque si chocan el Parlamento, no es que van a chocar...van a chocar lo que es el emblema de la política. Y este es el más flaco favor que se le puede hacer a las instituciones de la democracia: el deterioro de gente que no puede destrabar ni puede dar respuestas ni puede presentar alternativas a lo que le dicen de otro lado. Porque si fuera egoísta, les diría "para mí es cómodo mostrar un Parlamento que no puede dar respuestas". Pero realmente yo he sido parlamentaria pero además, fundamentalmente, soy militante política y, por sobre la militancia política además, fui profundamente democrática y creo en las instituciones de la democracia. Entonces, yo digo, más allá de ejemplos así muy disparatados, de gente que, bueno, que sigue con sus profecías, de gente que vuelve al escenario del crimen y ve que se puede volver a repetir lo del año 2001, hay gente que tiene vocación, son seriales, digo yo, y piensan que puede suceder lo mismo que en el 2001 cuando el cuadro económico, social, político es sustancialmente diferente, no nos debe llevar a confundir. Pero a nosotros no nos pueden hablar de independencia de la Justicia, a nuestro Gobierno, a ese ex presidente, que se autolimitó en las propias facultades constitucionales para elegir sin consultar a nadie a quién tenía que proponer para miembro de la Corte, y que decidió consultar y someter a la sociedad a personas que ni siquiera conocía, no nos pueden hablar de independencia. A esta Presidenta, que fue la que presentó el proyecto de reducción de miembros de la Corte, nunca en la Argentina se había presentado un proyecto de reducción de miembros de la Corte. Todos los presidentes presentaban proyectos para aumentar el número de la Corte; nosotros presentamos uno donde redujimos dos lugares que podrían haber sido de gente que simpatizara con nuestras ideas o con nuestro proyecto político y no lo hicimos. Y bueno, creo que las cosas que pasaron de enero a la fecha, demuestran claramente que el mito que se sostenía de manejo por parte del gobierno de la Justicia, se ha derrumbado y caído más que estrepitosamente. Fíjense lo que pasó, una anécdota que me llamó muchísimo la atención, fíjense hasta qué grado: estoy en Calafate -Boudou, ¿te llamé de Calafate, no? No, lo llamé unos días antes- y leo en un diario que...¿qué es esto, un pago al Banco Continental de 108 millones de dólares? Banco Continental, ¿qué es esto? ¿Che, qué es esto que publica este diario del Banco Continental si no pagamos...? "No sé, déjeme averiguar porque no le pagamos a nadie, le pagamos al BID nada más, así que, qué se yo de este Banco Continental". En el mientras tanto, una diputada de la Coalición Cívica sale presurosa con la lectura del diario a hacer la denuncia a la Justicia de que habíamos pagado con reservas a un Banco Continental, ya nos querían encanutar, ya presos todos, la Presidenta, el ministro de Economía, la presidenta del Banco Central, todo en línea. Al otro día o a los dos días, leo un cuadradito en La Nación chiquitito en una página que se caía y decía, porque además ni siquiera se hacen cargo que fueron ellos los que indujeron a la diputada: "Inusual equivocación de la diputada Fulanita de Tal", no importa cuál, son tan intrascendentes que no vale la pena ni nombrarlos. "Inusual equivocación", entonces dice que claro, se equivocó porque el diario había puesto Banco Continental pero quería decir que era un banco continental porque era el BID. ¡Mentiras! El diario también se había tragado una opereta clásica de que habíamos pagado a un Banco Continental porque el BID, que yo sepa, se dice en todos los diarios y en todas las crónicas BID, ni siquiera se dice Banco Interamericano de Desarrollo, se lo conoce con las siglas, BID. Entonces, le echaban la culpa a la diputada que había actuado con ligereza y no se había dado cuenta. Patético, patético. Los llevan de las narices y arriba, cuando los hacen equivocar, se lavan las manos y los tiran a los leones diciendo "inusual equivocación de tal diputada". Pero déjenme contarles con algo de autoridad moral que muchas veces se puede ser por un tiempo una minoría legislativa parlamentaria pero volver a ser mayoría política en la sociedad cuando estamos en el camino acertado. Déjenme contarles que cuando era una solitaria opositora muchas me miraban con escepticismo mal, porque si las cosas que esta mujer dice, no se pueden hacer, y llegamos al Gobierno y las hicimos. Y me toco perder hasta cuando fue gobernador en el año '91 por primera vez Kirchner en Santa Cruz, donde sobre 24 legisladores éramos apenas 9, apenas nos alcanzaba para aguantar la insistencia del veto, apenas, se debe acordar Arturo Rodríguez, lo estoy viendo, y, sin embargo, luego pudimos ganar y fue 3 veces gobernador de su provincia. Miren, una vez me tocó hablar sola en el Senado, se me fueron todos y me dejaron hablando sola para demostrar que estaba solita. No, no, cuando uno llega a ser presidente o gobernador, te tenes que hacer cargo de todo, vos sabías lo que era el país. Entonces yo creo que todos, también los que estuvieron antes, tienen que hacerse cargo de la participación que tuvieron en la deconstrucción que tuvo esa Argentina y en la cual nosotros nos hicimos responsables. Podíamos haber hecho lo que hace un señor que no hace nada y le echa la culpa de que no hace nada porque los otros no lo dejan hacer o porque le dejaron las cosas mal. No, nunca fue nuestra costumbre ni cuando en el año '87 tomamos una intendencia fundida, en el '91 también o en el año 2003 el país fundido. Cuando uno toma una responsabilidad, la toma en toda su extensión y tiene que hacer honor a esa responsabilidad dando cuenta, proponiendo soluciones, proponiendo respuestas y en todo caso, demandar al otro que si tiene una mejor nos la cuente así la llevamos juntos adelante.

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