martes, 23 de octubre de 2012

“La ampliación de la base electoral es al mismo tiempo la ampliación de la sustentabilidad de la democracia”, afirmó la Presidenta

La Jefa de Estado encabezó esta tarde el acto en el que se celebró el centenario de la sanción de la Ley Sáenz Peña, de voto secreto y obligatorio. La mandataria aseguró que aquel fue el “punto de partida para todas las conquistas que después vinieron”. Y remarcó que "la democracia se ejerce todos los días y necesita ser legitimada por las autoridades y por los ciudadanos". La presidenta Cristina Fernández aseguró que el acto por el primer centenario de la Ley Sáenz Peña es “un encuentro de la democracia”. Sostuvo que hasta el momento de su sanción en 1912, “desde 1853, desde que se sancionó nuestra Constitución, podíamos hablar sin equivocarnos de elecciones minoritarias”. La Jefa de Estado remarcó que en la que algunos señalan como “la época de esplendor de la República Argentina”, ocurría que “los argentinos no votaban, votaban muy pocos y de modo absolutamente fraudulento. Era voto cantado, solo votaban los hombres, los resultados eran amañados”. En ese sentido, la mandataria reconoció el papel histórico asumido por la Unión Cívica Radical, “la fuerza política que protagonizó tres alzamientos cívicos armados, que permitieron concluir en la Ley Sáenz Peña”. Cristina Fernández admitió que lo logrado por aquella norma “era incipiente y acotado, porque no era universal, la mujer no podía votar”. Además, resaltó que de los 7 millones de habitantes que había arrojado el censo de 1914, “el padrón electoral de aquel 1916 tenía solamente 1.180.000 votantes”. Pero enfatizó que “fue por primera vez que el voto fue secreto y obligatorio, punto de partida para todas las conquistas que después vinieron”. La Presidenta afirmó que aquel logro fue “una clara enseñanza para los ultras que siempre juegan a todo o nada”. “La política y la democracia no se construye solamente con lo que uno tiene ganas, sino a través de la relación de fuerzas entre las fuerzas nacionales, populares, y democráticas y los sectores que no son tan populares, no son tan nacionales y no son tan democráticos”, enfatizó. La participación femenina La Jefa de Estado sostuvo que a partir de la sanción de la ley de voto femenino en 1947 se da “la irrupción de la mujer”. “No me imagino yo en esas épocas en las que las mujeres no podíamos votar, ni opinar”, consideró. La mandataria admitió que no estuvo de acuerdo con la ley de cupo femenino para la elección de cargos legislativo, pero su opinión cambió cuando llegó al Congreso de la Nación y vio que era dominado por los hombres. “Bienvenida también la ampliación que significó otorgarle el 33% de los lugares en las listas, hoy estamos excedidas, vamos por mas”, afirmó. Agregó que la presencia femenina se extendió “durante el mandato del presidente Kirchner al Poder Judicial, y hoy también hay dos mujeres en la Corte Suprema”. La participación de los jóvenes Para concluir el ciclo de conquistas de derechos electorales, la Presidenta destacó el momento actual en el que “si Dios quiere y los diputados también, los jóvenes de 16 años tendrán la opción de votar si quieren.” Al respecto, la Jefa de Estado consideró que “la constante ampliación de la base electoral es al mismo tiempo la ampliación de la sustentabilidad de la democracia”. Y remarcó que en el voto se cruzan los derechos y los deberes de los ciudadanos: “El derecho a elegir y el deber de ejercer ese voto pensando en sus ideales, pero también en la Argentina por sobre todo”. La reafirmación democrática En otro tramo de su discurso, Cristina Fernández sostuvo que “la democracia se ejerce todos los días y necesita ser legitimada por las autoridades y por los ciudadanos”. Recordó que “absolutamente todos los golpes militares que se dieron en la República Argentina contaron con apoyo de sectores de la sociedad civil”. Por dicho motivo, la Presidenta señaló que “el principal contrato que tiene que tener una sociedad es el de la regla democrática, respetar la voluntad del pueblo, cuando este se exprese”. “Si ese mandatario no nos gusta, es el pueblo, a través de las urnas, el que va a elegir quien lo va a representar”, subrayó. Por último, la mandataria recordó su participación como fiscal general del Partido Justicialista en las elecciones del 30 de octubre de 1983 y reconoció: “Cuando se hacen las cosas mal, la gente toma su decisión y tiene que ser respetada. Fue una gran lección para los peronistas, que nos creíamos imbatibles en las urnas”. Y concluyó: “Se aprende mucho más perdiendo y sabiendo perder, que ganando y no sabiendo por qué se gana”. Durante el acto, la Presidenta estuvo acompañada por el vicepresidente Amado Boudou, la presidenta provisional del Senado, Beatriz Rojkes de Alperovich, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, el jefe de gabinete, Juan Manuel Abal Medina, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el presidente de la Cámara Nacional Electoral, Santiago Corcuera.

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