La Presidenta encabezó hoy el acto de firma de un nuevo convenio en el marco del Programa de Asignación Universal por Hijo para Protección Social, en el Salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario de Casa Rosada. Ésta vez, se sumaron al programa las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. En el acto, la presidenta agradeció el esfuerzo realizado por el personal de ANSES y del Ministerio de Desarrollo Social, que desde el día del anuncio de la medida han atendido a 1.418.000 mil personas que acercaron sus consultas, al tiempo que resaltó que a partir del próximo1ro. de diciembre, los padres de 2.689.500 niños percibirán el beneficio, lo que representa un "alto impacto" sobre la economía familiar, expresó.
A propósito del tema clientelismo, no sé si habrán leído, porque hay también artículos muy interesantes en los diarios de nuestro país, sobre clientelismo. Leí uno sobre este tema este último fin de semana de periodistas como Alfredo Sayad y también algún otro donde dicen que curiosamente cuando les dan subsidios a los pobres se habla de clientelismo pero cuando se les dan subsidios a los ricos y a los empresarios para que promuevan la industria es promoción de la actividad económica.
Yo creo que tiene razón el señor Sayad en empezar a revisar algunos conceptos. Porque me parece que cada uno de los que reciben algo del Estado, unos porque hay una sociedad que no ha sido capaz de generarles trabajo y educación a todos y a otros porque es necesario que generen más trabajo y mejor trabajo para seguir creciendo, deberíamos tener códigos que no sean binorma, códigos que miramos según quién sea el que los recibe o según el color de la piel del que está haciendo algo.
Sería bueno que también como un esfuerzo y un homenaje a tanta gente que no tiene responsabilidad ni culpa de no poder tener una capacitación o de no poder tener un recurso, no sea estigmatizada por el solo hecho de no haber podido tener las mismas oportunidades. Y si decimos que darle algo a alguien desde el Estado, es clientelar, bueno, seamos clientelares para todos, para los pobres, para los empresarios, para todos los que de alguna manera siempre reciben bajo forma de subsidio o de ayuda cosas que tienen que ver con su supervivencia, en definitiva, digamos que habría más razón de ser en darle algo a un pobre porque es la supervivencia de vida, que darle algo a uno que, en definitiva, es para que agrande su empresa y genere también trabajo para los demás pero también riqueza para sí mismo.
Hago estas reflexiones porque es importante además ser una sociedad un poco más equitativa, un poco más compasiva -una palabra que mucho se utiliza pero que poco se ejercita- compasiva a la hora de titular, adjetivar o calificar y también más equitativa, que sea igual para todos, en todo caso, si hay alguna mala o buena calificación.
Mi agradecimiento a todos porque, en definitiva, esto no lo hace una presidenta ni una ministra ni un ministro ni un director, este es el esfuerzo colectivo de todos con un objetivo: tratar de hacer las cosas cada vez mejor.
Yo creo que tiene razón el señor Sayad en empezar a revisar algunos conceptos. Porque me parece que cada uno de los que reciben algo del Estado, unos porque hay una sociedad que no ha sido capaz de generarles trabajo y educación a todos y a otros porque es necesario que generen más trabajo y mejor trabajo para seguir creciendo, deberíamos tener códigos que no sean binorma, códigos que miramos según quién sea el que los recibe o según el color de la piel del que está haciendo algo.
Sería bueno que también como un esfuerzo y un homenaje a tanta gente que no tiene responsabilidad ni culpa de no poder tener una capacitación o de no poder tener un recurso, no sea estigmatizada por el solo hecho de no haber podido tener las mismas oportunidades. Y si decimos que darle algo a alguien desde el Estado, es clientelar, bueno, seamos clientelares para todos, para los pobres, para los empresarios, para todos los que de alguna manera siempre reciben bajo forma de subsidio o de ayuda cosas que tienen que ver con su supervivencia, en definitiva, digamos que habría más razón de ser en darle algo a un pobre porque es la supervivencia de vida, que darle algo a uno que, en definitiva, es para que agrande su empresa y genere también trabajo para los demás pero también riqueza para sí mismo.
Hago estas reflexiones porque es importante además ser una sociedad un poco más equitativa, un poco más compasiva -una palabra que mucho se utiliza pero que poco se ejercita- compasiva a la hora de titular, adjetivar o calificar y también más equitativa, que sea igual para todos, en todo caso, si hay alguna mala o buena calificación.
Mi agradecimiento a todos porque, en definitiva, esto no lo hace una presidenta ni una ministra ni un ministro ni un director, este es el esfuerzo colectivo de todos con un objetivo: tratar de hacer las cosas cada vez mejor.
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